Como preciadas joyas invaluables, crecen mujeres con alas, capaces de volar contra el viento dentro de la sociedad cubana de finales del siglo XIX, donde los hombres gobiernan a su libre albedrío y distribuyen los bienes a su beneficio, considerando a la mujer como un objeto, asexual, relegada a un segundo plano social y económico, por ser, según el concepto varonil, incapaces de pensar con cabeza propia.
La escritora describe el ambiente de La Habana colonial, con sus costumbres e ilusiones, enmarcadas en sus calles, sus carruajes, casas y negocios en sus inicios. Nos traslada a la mar, cruzando el océano infinito hasta el viejo continente. Luego nos detalla al París de la gran ciudad y el contrapunteo con los arrabales, vicios y prejuicios.
Esta obra de Marlene López Huerta desarrolla y demuestra una tesis con la cual espero se sientan solidarios: Muchas personas creen que las historias que aparecen en los libros no tienen nada de cierto y yo creo, que por muy irreales que parezcan, la mayoría son verdad porque la realidad supera a la fantasía.