VUELVE EL CAPITÁN ALATRISTE
La nueva y esperada entrega de la serie de novelas de aventuras que cambió la forma de leer y entender el Siglo de Oro
«Me gusta Pérez-Reverte, me recuerda a Dumas y Salgari». -Umberto Eco
«Sonaba la medianoche en los relojes de París cuando entraron por la puerta de Saint-Jacques cuatro jinetes tan seguros de sí mismos como el trote firme de sus caballos».
Es medianoche. Íñigo Balboa, que forma parte de los Correos Reales del rey católico, aguarda expectante la llegada del capitán Alatriste, de Francisco de Quevedo y de Sebastián Copons a París, donde se encuentra para entregar unos despachos al conde de Guadalmedina. Hace casi un año que no se reúnen, cuando acabó la arriesgada encomienda que tuvieron que afrontar en Venecia.
Son tiempos complejos para Francia: desde hace unos meses, los hugonotes de La Rochela, con apoyo inglés, están viviendo un duro asedio por parte de las fuerzas francesas a las órdenes del cardenal Richelieu. Por mediación de Quevedo, Alatriste y sus amigos se ven envueltos en una peligrosa misión secreta ideada por el conde-duque de Olivares. Esta vez el objetivo es de tal magnitud, que la aventura a la que se enfrentan podría cambiar para siempre el curso de los acontecimientos.
ENGLISH DESCRIPTION
CAPTAIN ALATRISTE IS BACK.
The latest and long-awaited instalment in the adventure series that changed the way we read and understand the Spanish Golden Age.
“I like Pérez-Reverte. He reminds me of Dumas and Salgari.” —Umberto Eco
“It rang midnight around Paris when four riders crossed the Port Saint-Jacques, so sure of themselves, as their horses’ trot was firm.”
It is midnight. Íñigo Balboa, part of the Royal Couriers of the Catholic king, awaits impatiently for Captain Alatriste, Francisco de Quevedo, and Sebastián Copons to arrive in Paris, where he is now delivering dispatches to the Count of Guadalmedina. It has been almost a year since they last saw each other, when that risky assignment in Venice came to an end.
These are difficult times for France: it’s been months since, with some English support, the Huguenots at La Rochelle endure a terrible siege by French forces under the command of Cardenal Richelieu. By Quevedo’s mediation, Alatriste and his friends get involved in a dangerous secret mission planed by the Count-Duke of Olivares. This time, their purpose is of such magnitude, that the adventure ahead of them could potentially change the course of history forever.