En México, el Poder Judicial de la Federación, desde 1917, representó un contrapeso dentro del sistema jurídico mexicano, pues, tenia atribuciones para defender los derechos humanos de las personas así como los preceptos contenidos dentro de la constitución para que este no contradiga lo que se halla contenido dentro de la convencionalidad, no obstante, esto representaba una piedra en el camino para diversos actores políticos por lo que el 15 de septiembre de 2024 se realizó una reforma en materia del Poder Judicial para cambiar totalmente a este Órgano del Estado y sus atribuciones, por lo cual, la reforma pretende darle el carácter de poder democrático popular al judicial mediante un proceso electoral, situación que durante más de 107 no se veía, lo que trae como consecuencia su debilitamiento y su sometimiento a intereses políticos de los Poderes Ejecutivo y Legislativo quebrantándose el espíritu del principio de la división de poderes, permitiendo las influencias políticas donde se requiere imparcialidad para administrar una justicia pronta y expedita, por lo cual, esta obra analiza dicha reforma judicial y visibiliza los resultados obtenidos así como los posibles desafíos.