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ENVIAME TU ANGEL DE LA GUARDA: (Padre Pio)
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ENVIAME TU ANGEL DE LA GUARDA: (Padre Pio) in Chattanooga, TN
Current price: $14.99

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He vivido durante mucho tiempo junto a Padre Pío de Pietrelcina.
El hecho de que yo también fuese fraile capuchino como él ha simplificado los deberes que mis superiores algunas veces me han encomendado.
Durante algunos años he estado delegado a su servicio: lo acompañaba en sus traslados de una parte a otra del convento y de la iglesia, lo ayudaba en el servicio de la administración del sacramento de la penitencia, en su Misa, la bocanada de aire, como le llamaba Padre Pío, en la huerta y en la terraza, era su asistente de día y también sacristán, confesor, correspondiente y director de la impresión en lengua inglesa.
Tales deberes me han llevado a estar en contacto con él durante toda la jornada y a que se desarrollase una confidencia filial entre nosotros. Naturalmente este asiduo contacto no me ha hecho perder jamás ese sentimiento de respeto hecho de temores reverenciales, de timidez innata y de afecto filial, que cada vez que me acercaba a Él me llevaba a reflexionar sobre quién era él.
El hecho de que yo también fuese fraile capuchino como él ha simplificado los deberes que mis superiores algunas veces me han encomendado.
Durante algunos años he estado delegado a su servicio: lo acompañaba en sus traslados de una parte a otra del convento y de la iglesia, lo ayudaba en el servicio de la administración del sacramento de la penitencia, en su Misa, la bocanada de aire, como le llamaba Padre Pío, en la huerta y en la terraza, era su asistente de día y también sacristán, confesor, correspondiente y director de la impresión en lengua inglesa.
Tales deberes me han llevado a estar en contacto con él durante toda la jornada y a que se desarrollase una confidencia filial entre nosotros. Naturalmente este asiduo contacto no me ha hecho perder jamás ese sentimiento de respeto hecho de temores reverenciales, de timidez innata y de afecto filial, que cada vez que me acercaba a Él me llevaba a reflexionar sobre quién era él.
He vivido durante mucho tiempo junto a Padre Pío de Pietrelcina.
El hecho de que yo también fuese fraile capuchino como él ha simplificado los deberes que mis superiores algunas veces me han encomendado.
Durante algunos años he estado delegado a su servicio: lo acompañaba en sus traslados de una parte a otra del convento y de la iglesia, lo ayudaba en el servicio de la administración del sacramento de la penitencia, en su Misa, la bocanada de aire, como le llamaba Padre Pío, en la huerta y en la terraza, era su asistente de día y también sacristán, confesor, correspondiente y director de la impresión en lengua inglesa.
Tales deberes me han llevado a estar en contacto con él durante toda la jornada y a que se desarrollase una confidencia filial entre nosotros. Naturalmente este asiduo contacto no me ha hecho perder jamás ese sentimiento de respeto hecho de temores reverenciales, de timidez innata y de afecto filial, que cada vez que me acercaba a Él me llevaba a reflexionar sobre quién era él.
El hecho de que yo también fuese fraile capuchino como él ha simplificado los deberes que mis superiores algunas veces me han encomendado.
Durante algunos años he estado delegado a su servicio: lo acompañaba en sus traslados de una parte a otra del convento y de la iglesia, lo ayudaba en el servicio de la administración del sacramento de la penitencia, en su Misa, la bocanada de aire, como le llamaba Padre Pío, en la huerta y en la terraza, era su asistente de día y también sacristán, confesor, correspondiente y director de la impresión en lengua inglesa.
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