Anoche escuché el mar
, una vez más, las olas agitadas en sí mismas, golpeándose contra las rocas; así los latidos contra mi pecho. Las imaginé arrastrándose en la arena, débil, buscando consuelo, piedad, cansadas y a veces rebeldes, golpeándose hasta perder sus fuerzas; así llegaban los susurros del mar rogando clemencia en su agonía por el consuelo de unas caricias, mientras me revolcaba entre mis sábanas. Se zambullían entre las burbujas de la resaca; yo en mis suspiros, mis deseos. Los escuché a mi lado, en la almohada; entretejidos en mis gemidos, partiéndome con su calor mi pecho, entre mis senos. El silencio era tan negro, así la misma noche con su eternidad, la soledad de estar solos. Emma, marchó llevando consigo el fruto de su pecado que le cercenó su juventud. Decidida a secar las lágrimas de sus desvelos, Rosalba, despertó la rebeldía en que las sombras del miedo la catapultaron. Doblegada en la flama ardiente de sus sentimientos más íntimos y el desprecio de un pasado gris, encaró los azotes que le cercenaron su libertad rompiendo sus cadenas.
es una historia de amor, desprecio y venganza enmarcada en el contexto histórico de una época oscura en la República Dominicana. Playa Sosúa se convierte en un personaje más, atrapando a sus personajes en una relación idílica, por la belleza de sus inigualables escenarios y los misterios del mar.